El sector conservero amenaza con ir a la huelga si no firma el convenio colectivo antes de fin de año
El sector conservero, en el que trabajan unas 1.200 personas en Cantabria de las que alrededor del 80% son mujeres, se plantea ir a la huelga general después de las Navidades si antes de fin de año no llega a un acuerdo con la patronal en el nuevo convenio colectivo que incluya mejoras salariales y definición de los puestos de trabajo.
De hecho, esta semana UGT se reunirá con el resto de sindicatos para fijar las fechas concretas de los paros, movilizaciones y la huelga general porque “la gente está cansada de aguantar”.
Asimismo, esta tarde tendrá lugar una asamblea del sector conservero de Cantabria, que se celebrará en la sede de UGT en Santoña, en la que esperan que los trabajadores apoyen las movilizaciones en defensa de “unas condiciones mínimas de futuro y de garantías salariales de igualdad”, ya que el convenio recoge dos grupos profesionales, con una diferencia de 1.700 euros al año en la categoría de maestro de uno a otro, y de 850 euros en auxiliares.
“Estamos empeñados en que se tiene que acabar de una vez (con la desigualdad), hemos hecho muchas propuestas pero no ha sido posible conseguirlo, y creemos que ahora es el momento de dar un paso adelante importante”, ha señalado el el responsable nacional del Sector de Alimentación, Sebastián Serena.
En su opinión es “lamentable” que los dos últimos meses se haya avanzado en la negociación en cuestiones como las políticas de igualdad pero no se ha conseguido “la política retributiva de igualdad”. “Hemos avanzado en protocolo de acoso, pero en lo fundamental no avanzamos, todo lo contrario: en la última reunión hubo un gran retroceso”, ha señalado.
Por eso, en esa última reunión, los sindicatos decidieron acometer movilizaciones “de manera inmediata”. “O en lo que queda de año la patronal se aviene a un acuerdo que dé satisfacción a todas las partes, sobre todo a las mujeres, o de lo contrario, al margen de convocar manifestaciones, concentraciones y horas de paro, tener que llegar a una huelga después de las Navidades”.
Para el sindicalista, “si no lo hacemos así, la patronal entiende que no somos capaces. Y hay mucha capacidad de movilización en el sector” porque los trabajadores están “cansados de aguantar ciertas situaciones”, ha afirmado.